Sería prácticamente imposible hablar de Sociedad de la información y no hablar de las TIC.
Denominamos Sociedad de la información a la sociedad actual, aquella que tiene la capacidad para obtener, compartir y procesar cualquier información por medios telemáticos (telecomunicación e informática) desde cualquier lugar y en la forma en que se prefiera, aquella que acerca a todo el mundo la posibilidad de crear, acceder y utilizar la información.
Si la máquina de vapor fue la clave del desarrollo tecnológico e industrial de los Siglos XVIII y XIX, podemos señalar a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como elemento básico de este tipo de sociedad que se viene asentando desde la década de los 90 gracias a la generalización de los intercambios electrónicos de información, la convergencia hacia las tecnologías digitales, el crecimiento exponencial de internet y la liberalización de las telecomunicaciones.
La presencia de las TIC en todos los ámbitos de la sociedad (cultura, ocio, negocios, estilos de vida) ha provocado que esta sociedad de la información se singularice por su carácter global así como por la amplitud y rapidez con la que circula la información. Estos hechos permiten que todos estemos conectados con todos a través de redes, y que aprendamos a aprender al vernos envueltos en un aprendizaje permanente en el que el tiempo y el espacio se ven claramente transformados.
Sin embargo, la sociedad de la información también presenta algunos rasgos negativos relacionados en su mayoría con el uso inadecuado de las TIC: esnobismo, exceso de información, vicio, aislamiento, brecha digital, etc.
Gran parte de las fotos fueron tomadas el pasado 11 de abril por alumnos
de la asignatura Investigación y TIC de Educación Primaria de la Universidad de Murcia.
La tecnología avanza y aporta beneficios, pero si hacemos un mal uso de ella y sólo miramos por nuestra comodidad, acabará convirtiéndose en perjuicio.